Gabriela se sintió presionada a decir
que SI, a penas Juan le insistió sobre los meses y muchas horas que pasaban
juntos y confianza tal, que sería mejor abrir el corazón a los demás y expresar
el cariño que sienten de una manera más formal antes sus familias y
amigos…sería el compromiso verdadero de sentirse juntos de verdad. Entre tanto
Gabriela, por su parte, no estaba tan segura, es más, necesitaba tiempo ya que
no estaba preparada para asumir ningún compromiso que la distrajera
sentimentalmente - según ella- de sus estudios y la libertad de verse y
compartir cuando ella lo estimara conveniente, sin compromisos de por medio.
Gabriela recordaba que
durante su vida, muchas veces se vio enfrentada a conflictos de presión
psicológica, en donde tenía cierta dificultad para decir lo que realmente
sentía y necesitaba. Claro, ella estaba frente a un problema mayor que el de un
simple carácter, se trataba de su costumbre de falta se “Asertividad”, un
problema social y común de los seres humanos, y sobre todo en nuestra sociedad
chilena, que nos lleva a pensar equivocadamente de que los extremos en nuestros
comportamientos, podrían ayudarnos a “salir del paso” de los problemas.
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Este fenómeno se gesta ya en nuestra infancia, en donde nos acostumbramos a la
posibilidad de actuar “adecuadamente” frente a los problemas, y en particular
los que nos ayudaban a conseguir nuestros objetivos. Así teníamos 2 formas muy
distintas de actuar;
- Gabriela Pasiva;
la niña que obedecía y anulaba su comportamiento y sus comentarios para hacer
lo que le pedían los mayores, y de esta forma conseguía la aprobación de ellos,
y quizá hasta un juguete o dinero.
- Gabriela Agresiva;
la niña que se daba cuenta de las injusticias de lo que le pedían o no le
aceptaban, manifestando su descontento con berrinches y groserías, quizá de esa
manera podría conseguir que los adultos se ablandaran y permitieran satisfacer
sus necesidades.
En efecto, Gabriela ahora se ha dado cuenta que toda su vida ha reaccionado de
la misma manera dependiendo de la situación de conflicto que le toca vivir,
transformándose en la agresiva que soluciona sus problemas con la rebelión de
lo que ha creído injusto o la anulación de sus personalidad de lo que no se
siente capaz de enfrentar.
Finalmente Gabriela ha decidido hablar nuevamente con Juan sobre el tema y en
forma equilibrada (no ambigua), es decir “Asertiva”, primero al respetar sus
necesidades y luego, considerar las necesidades del otro; el momento, la forma
de plantearlo. Finalmente y en un ambiente de conversación Juan entendió la
postura de Gabriela y sus motivos racionales e irracionales….ahora, entonces,
Juan deberá encontrar la manera de responder asertivamente a esa nueva
situación.
Las estrategias asertivas son muy necesarias para desenvolverse a gusto y
libremente en la vida, cualquiera sea la situación en que debamos tomar
decisiones. Ser asertivo es tener la capacidad de decir SI a aquello que
queremos o NO a aquello que no nos parece. No es asertivo aquel que responde
con:
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- "No sé, después te contesto",
- "a lo mejor..."
- "quizá..."
- Mmm...si claro “
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Aprender a ser asertivo es muy importante para el (la) joven. Lo más fantástico
de este entrenamiento es que se puede hacer una costumbre que finalmente
lleguemos a incorporar en nuestra forma de comunicarnos más efectivamente con
los demás sobre nuestras visiones, necesidades, deseos y aspiraciones, porque
ella representa una manera sutil de defendernos de nuestras sus ideas y
sentimientos, pero; y por el contrario, el no aplicarlo puede traer
consecuencias que podrían ser dolorosas para él(la) si no se tiene la
suficiente madurez y seguridad en sí mismo(a) para afrontarlo.
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Ventajas de ser Asertivo:
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- Sentir la libertad de decir que no
- Pasarlo bien sin presiones.
- Sentirse bien consigo mismo (auto respetado)
- No hacer lo que otra persona quiera y no él (ella), (en especial si el
hacerlo
trae consecuencias negativas para sí mismo y para otros).