Como decía una de las
mentes más brillantes; “Nuestro
lenguaje forma nuestras vidas y hechiza nuestro pensamiento".
(Albert Einstein)...
l
En efecto, debemos
reconocer los increíbles resultados que producen las palabras que decimos a los
demás y a nosotros mismos. La mayoría de las veces no nos damos cuenta de lo
que decimos y mucho menos de sus consecuencias.
l
Las palabras son un reflejo de nuestros pensamientos y sentimientos. Lo primero
que nos ocurre es tener un pensamiento que puede ser bueno o malo...luego, si
no cortamos ese pensamiento, se puede transformar en palabras y posteriormente
en acciones. Por eso es importante inclusive revisar nuestros pensamientos
porque allí comienza todo.
l
Muchas veces lastimamos, ofendemos ó enredamos las cosas sólo con lo que
decimos o dejamos de decir, por eso siempre será ultra necesario pensar antes
de hablar. Una vez alguien dijo: "Dios
nos dio dos oídos y una sola boca, usémosla en esa misma proporción",
es decir escuchemos más y hablemos menos.
l
Al respecto, entre las disciplinas que han estudiado este tema se encuentra la
Programación Neurolingüística o PNL, que plantea la enorme influencia y
programación de cómo vivimos, de acuerdo a palabras mentales construidas por
nosotros mismos o por otros seres importantes en nuestras vidas que nos legaron
su forma de programarse frente a la vida a través de sus palabras.
l
Las palabras encierran un poder que desconocemos pero que cada día se comprueba
más y más, trabajan sobre nuestro cerebro constantemente enviándole información.
Esta información genera en nosotros sentimientos, actitudes, pensamientos, etc.
Si hablamos cosas positivas, es mayor la probabilidad de que sucedan cosas
buenas, si hablamos cosas negativas, pues eso será lo que recibamos.
l
Sin más, un ejemplo
práctico; Muchas personas me han comentado que desean firmemente “Llegar a ser felices”;…analizando
esta oración, la palabra “llegar”
nos remonta hacia el futuro, de tal manera que el inconsciente “lee” que su
felicidad se encuentra más adelante. De esta forma, en la línea de la vida, lo
más probable es que no existiría todavía la posibilidad de pensar en disfrutar
de la felicidad hasta el momento en que lleguemos en un futuro próximo a
encontrarla.
l
Suponiendo que ya han pasado 50 años de extensas experiencias, y nos volvemos
preguntar, en qué momento nos llegó o llegará esa felicidad que anhelábamos
hace tanto tiempo?, la respuesta a esta pregunta no existe simplemente porque
“llegar a ser felices” es una palabra que no posee un parámetro claro…y ya en
los últimos momentos de nuestra existencia, nos volvemos a preguntar si acaso
la felicidad no habrá llegado en algún momento y no supimos visualizarla, quizá
si no nos hubiésemos aferrado a nuestras palabras, sino habernos decidido a
reformularlas, nos habríamos dado cuenta de que la felicidad se encuentra en
esos pequeños momentos, en que nuestra misión en esta tierra es hacer perdurar
al máximo esos instantes de felicidad, al máximo de tiempo posible sobre los
diarios desafíos. Entonces, aprovechando que esta reflexión se basaba en una
hipótesis, todavía en la adultez, la PNL nos invita a RE-PROGRAMAR nuestra
mente, viendo y diciéndonos que queremos “Estar ahora felices el mayor tiempo
posible de nuestras vidas” y con ello cambiar el switch de cómo entendemos la
palabra Felicidad y la manera disfrutarla.
l
De esta forma,
entonces, existen personas que optan por la 1era.oración y otros por la 2da.,
transformando sus vida en las consecuencias que su planteamiento les
dicta…mientras que los primeros fueron felices y valoraron esos pequeños
instantes, otros jamás llegaron a encontrarla.
l
Es de esperar que no sea este último, el caso del lector…y si así lo fuera,
todavía podemos “reescribir”
nuestros pensamientos par a RE
acondicionar nuestras vidas...hasta pronto.-