1. Escucha atentamente a la pregunta
en actitud neutral. No sonrías ni te muestres reticente. Tampoco hagas
movimientos afirmativos con la cabeza queriendo indicar que entiende la
pregunta porque puede interpretarse como que estás de acuerdo con lo que se te
pregunta. Por ejemplo, si el público te pregunta; “En otros países, el producto
que haz presentado ha sido prohibido porque lo consideran peligroso. Quién
garantiza la seguridad del consumidor?”.
2. Cuidado con tu lenguaje corporal.
No se tapes la boca, enciendas un cigarrillo o hagas movimientos erráticos
mientras te formulan una pregunta. Estas y otras actitudes corporales connotan
inseguridad y falta de honestidad de tu parte.
3. No halagues a nadie. Frases como
“Esa es una buena pregunta” son una deliciosa caricia en el ego de una persona
y una cachetada para todos los demás que sentirán que sus preguntas fueron, por
decir lo menos, poco inteligentes.
4. Repite las preguntas positivas. Por
ejemplo: “En cuántos países latinoamericanos se vende actualmente tu
producto?”. Si la respuesta es “En toda Latinoamérica, menos en el Perú”, pues,
entonces querrás enfatizar esto reiterando la pregunta como parte de tu
respuesta.
5. Al responder mira primero a la
persona que hizo la pregunta. Luego haz contacto visual con diferentes personas
del auditorio.
6. Ve al grano. Cuanto más hables
darás pie a más preguntas y hasta donde sea posible evitemos profundizar en
temas específicos. Por otro lado respuestas muy largas dan la impresión que
estás tratando de “matar el tiempo” para que nadie más pregunte.
7. No termines la sesión del Q+A con
una respuesta floja. Todo lo contrario; debes terminar tu presentación con una
respuesta efectiva e impactante. Por eso evita anticipar el final del Q+A con
frases tales como “Voy a tomar una última pregunta”. Si ya está casi al final de
tu intervención y acabas dar una respuesta brillante entonces da por terminada
la sesión en ese momento.
8. Si nadie hace alguna pregunta
entonces proponles un tópico. Por ejemplo, “Hace unos días me reuní con un
grupo de profesores y me preguntaron cómo explicaba yo el éxito tan repentino
del producto con una mínima inversión publicitaria…”
9. Si alguien te pregunta algo que ya
fue respondido no repitas la respuesta. Basta con decir “Creo que ya
contestamos a eso anteriormente” y pasa rápidamente a otra pregunta. (nos
evitamos el riesgo de contradecirnos y dar luces de estar favoreciendo un tema
o a una persona del público.
10. Si enfrentas a una pregunta de
largo metraje interrumpe, con cortesía pero firmeza al mismo tiempo, y pide al
participante que sea concreto “por consideración a los demás”.
11. No aceptes preguntas irrelevantes.
Si te preguntan: “Cuánto gana usted de comisión por cada contrato de venta?”
usted debe encausar la conversación hacia el tema central diciendo algo así
como “Perdón, pero creo que ese no es el tema de esta reunión. Otra pregunta
por favor…”.
12. Repite las respuestas que
funcionaron antes. Tú no tienes por qué ser creativo ni innovador en cada
presentación.
Recuerda finalmente que una
vez más: la PREPARACIÓN es la base del éxito. Cuanto menos espacio le dejes a
la improvisación mayor control tendrás sobre la situación....